LOS CENTROS REGIONALES DE DIÁLOGO AMBIENTAL (CRDA) DE LOS PROBLEMAS A LAS OPORTUNIDADES:

EL IIAP FRENA LA MUERTE DE FELINOS, VINCULANDO A LOS CAZADORES DE NUQUÍ A UNA ESTRATEGIA DE MONITOREO COMUNITARIO PARA PROTEGERLOS

(De 11 muertes en un semestre, se pasó a cero muertes en tres años)

El IIAP, ha llevado su CRDA hasta los territorios para conversar con la gente sobre sus problemas ambientales y convertirlos en nuevas oportunidades, promoviendo así la toma de decisiones colectivas basadas en la información y el conocimiento, como un instrumento para el mantenimiento de las dinámicas naturales de la región y a su vez conduzca a caminos que armonicen el uso adecuado de la diversidad biológica y cultural. Esta vez llegó hasta el municipio de Nuquí – Chocó, para escuchar la problemática asociada a la presencia de felinos, encontrando, 11 individuos muertos de diferentes especies de este grupo en un semestre, cuantiosas pérdidas económicas representadas en especies menores criadas por las comunidades étnicas, y presencia de cazadores que veían en los felinos un elemento perturbador de sus procesos productivos y un peligro para su seguridad.  

Como respuesta a la problemática se tejió una alianza entre el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico y El Consejo Comunitario Los Riscales de Nuquí, para trabajar juntamente con los cazadores que, en relación con los felinos, reportaban avistamientos, encuentros y muertes. Se diseñó una estrategia conjunta que permitiera identificar sitios frecuentes de encuentros visuales, establecer fechas de avistamiento, documentar evidencias de su presencia, y construir mapas de rutas probables de movilidad. Se vincularon los seis cazadores más experimentados como coinvestigadores, quienes fueron capacitados en fototrampeo, impresión de huellas y avistamiento dirigido, publicando además una cartilla de monitoreo comunitario, y así se dio inicio a un potente proceso de transformación de la conciencia local sobre el papel de los felinos.

Entre los resultados obtenidos se destacan, el avistamiento de felino en más de 15 riachuelos de tercer orden, el establecimiento de la época seca (finales de diciembre a finales de febrero) como fechas de avistamiento, el registro de la existencia de cráneos, pieles, colmillos y mandíbulas en poder de los cazadores, la construcción de tres rutas probables de movilidad: hacia la serranía, hacia las playas y en conexión hídrica, y el mapeo de las rutas en las localidades de Termales, Coquí, Panguí y Nuquí - Jurubirá.  Se suman a estos logros, el hecho de tener cero muertes de felinos reportadas en los últimos tres años, así como el conocimiento de la época de crías de los gatos, la cual coincide con el descenso de lluvias y aumento de las presas (poblaciones de pecaríes en saladeros y fuentes hídricas).  Con esta información acordamos que no se hicieran crías de animales de galpón en esta temporada, lo que evitaría el conflicto, al igual que la caza de subsistencia en estas épocas. 

A la par con el estudio comunitario de las 15 cámaras instaladas, los cazadores e investigadores pudieron registrar cuatro especies que incluyen: el reporte del Puma yaguaroundi por primera vez para la zona; además el Jaguar y dos especies distintas de tigrillos.  Es de resaltar que el grupo de los cazadores colaboradores ha crecido hasta en un 100%, y aunque ejercen la actividad esporádicamente, no volvieron a cazar felinos y guardan mesura en sobreexplotar las presas de los mismos. Este grupo se encarga del montaje, desmontaje y custodia de la información contenida en los dispositivos de almacenamiento.