- Maria Brenilde Uribe Lemus
- Mar 28, 2022
Como todas las actividades que desarrollamos en el Chocó Biogeográfico, la campaña de siembra promovida por el gobierno nacional, con una meta de 180 millones de árboles plantados en todo el territorio colombiano, nos llevó a hacer “minga” con las organizaciones asentadas en el territorio y comunidad en general, para sumarnos desde el IIAP con un número de 1.500.000 plántulas, cifra que sobrepasamos hasta llegar a 1’600.000.
El reto se asumió de la mano con 120 comunidades agrupadas en 27 procesos organizativos de comunidades negras, indígenas y mestizas, en los cuales la participación de la mujer jugó un papel preponderante en el desarrollo de las diferentes actividades del proyecto, así como los maestros, estudiantes y padres de familia de instituciones educativas.
La siembra de plántulas se llevó a cabo en los 7 Departamentos que conforman el Chocó Biogeográfico, priorizando ecosistemas de manglar por su aporte e importancia para las comunidades étnicas del territorio, por lo que se establecieron 805.450 árboles de estas especies, distribuidos en Mangle Rojo, Mangle blanco, Mangle nato y Mangle piñuelo entre otras especies asociadas a este importante ecosistema. En lo concerniente a las áreas de bosque húmedo, que han sufrido afectaciones por actividades antrópicas, se establecieron 794.550distribuidos en 152 especies arbóreas dentro de las cuales se destacan algunas bajo categoría de amenaza como es el caso de Caoba, Abarco, cativo, Guayacán negro entre otras.
“Nos sentimos orgullosos del potencial humano comprometido con el territorio y representado en los procesos organizativos donde hombre y mujeres de diversas edades, sembraron con conciencia y gran sensibilidad cada plántula, con el objetivo de hacer desde el presente un aporte para el futuro, y reconociendo que han obtenido beneficios derivados de árboles que ellos no sembraron” Así se expresó el director del IIAP William Klinger, al anunciar la meta alcanzada. De otra parte, reiteró que entre sus mayores expectativas estaba el dejar una capacidad instalada que permitiera a las comunidades, abastecerse de semillas y plántulas para continuar con la labor iniciada. “Dejamos instalados 45 viveros, porque la tarea debe continuar, pero además brindamos capacitaciones en procesos de siembra y monitoreo de la reforestación, así como en la importancia de los ecosistemas y especies que utilizamos”.