ESTUDIOS DEL IIAP INDICAN QUE INCENDIOS DE 2016 Y 2019 QUEMARON 51.661 HECTÁREAS DE BOSQUE NATURAL EN EL BAJO ATRATO
Maria Brenilde Uribe Lemus
May 25, 2021
Articulo Noticias

ESTUDIOS DEL IIAP INDICAN QUE LOS INCENDIOS FORESTALES DE 2016 Y 2019 QUEMARON UN ESTIMADO DE 51.661 HECTÁREAS DE BOSQUE NATURAL EN EL BAJO ATRATO

El Laboratorio de Datos Geográficos del Instituto de Investigaciones del Pacifico (IIAP), aplicando técnicas de teledetección, a través de imágenes de satélites (Landsat 8), determinó que, los incendios forestales ocurridos en el Bajo Atrato, en los años 2016 y 2019, fueron de severidad alta y quemaron más de 50.000 hectáreas de bosque natural en los municipios de Riosucio, Unguía y Turbo.

Los estudios de identificación, delimitación y clasificación de áreas con cicatrices de quema, arrojaron que, para el año 2016 el daño de la cobertura vegetal, fue de 36.310,15 Ha, afectando 17.979,53 Ha en Riosucio, 6.493,79 Ha en Turbo y 11.836,83 Ha en el municipio de Unguía.  Para el 2019 se detectaron 15.351,08 Ha, quemadas, siendo afectados, Riosucio con 8.157,56 Ha, Turbo con 2.621,63 Ha y Unguía con 4.571,90 Ha. 

En ambos casos, aplicando la categorización propuesta por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), los incendios forestales tuvieron un grado de severidad alto, con 5.798,61 Ha para el incendio del 2016 y de 1.649,34 Ha, para el incendio de 2019.

El fenómeno se explica por la condición de sequía que prevalece en la región del Bajo Atrato entre los meses de noviembre y abril, por la escasez de lluvias, las altas temperaturas y los fuertes vientos, lo cual se combina con inadecuadas prácticas productivas, facilitando la propagación del fuego a través de la cobertura vegetal.

Urge la toma de medidas preventivas que, aplicadas oportunamente reduzcan la posibilidad de incendios forestales, evitando con ello la pérdida de cobertura vegetal, el deterioro de especies de fauna y flora, así como la emisión de gases de efecto invernadero. 

Los datos obtenidos brindan la posibilidad de planificar la puesta en marcha de acciones de restauración, sabiendo con certeza el tamaño y ubicación precisa de los sitios con cicatrices, las especies y la época en que éstas se deben adelantar.

Para mayor información sobre esta nota, acceder al siguiente enlace https://bit.ly/3bJp6ip

Muestra del grado de severidad de la quema